Aurelio Martínez, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia y ex presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), expuso la crisis que se vive en el mar Rojo en el almuerzo coloquio del Propeller Club de Algeciras. Martínez explicó la importancia que tiene para el tráfico marítimo el estrecho de Bab el-Mandeb, zona en la que los hutíes de Yemen han atacado a varios buques, lo que ha provocado que gran parte de los tráficos se hayan desviado por el cabo de Buena Esperanza, con lo que aumentan los costes y las emisiones de gases de efecto invernadero.
El ex presidente de la APV destacó que las fuerzas hutíes usan en sus ataques drones que tienen un radio de acción de 2.500 kilómetros, con lo que pueden atacar a casi cualquier objetivo en el mar Rojo, que tiene una anchura de 3.000 kilómetros. El ponente se mostró pesimista con la evolución del conflicto al entender que “como mínimo, va a durar hasta que termine la guerra de Gaza, que va para largo”.
El impacto de la crisis del mar Rojo ya se deja sentir en el canal de Suez, donde en enero bajó en torno a un 50% el número de buques que usan esta ruta, lo que está causando un grave perjuicio a un país en crisis como Egipto.
Con los datos en la mano, Martínez detalló que los más perjudicados son los puertos del Mediterráneo occidental, lo que ha provocado un crecimiento “disparatado” de los fletes. ¿Cuál sería el precio de equilibrio del flete? Para Martínez, tomando como referencia el año 2019, el precio sería de 1.775 euros por teu, cifra media muy parecida a la media de 2023.
“No hay problema de demanda y tampoco hay falta de capacidad en la flota. E incluso va a crecer en 2026 por los nuevos pedidos de las grandes navieras. Van a tener que hacer reducción de flota antigua bastante antes de lo previsto”.
Con estos ingredientes, Martínez indicó que “la subida de fletes es insostenible” y descartó que el incremento de los precios cause inflación.
Debido al incremento de emisiones de CO2 de los buques al tener que recorrer más distancia (de hasta un 200% por la crisis del mar Rojo), Martínez lamenta que la Comisión Europea no haya puesto sobre la mesa la moratoria para la aplicación del ETS, “una normativa aprobada con todos los países del sur de Europa en contra y que genera problemas en los puertos afectados; es una medida recaudatoria”, afirmó.
En el turno de preguntas, Martínez expuso los problemas que ha tenido el Puerto de Valencia para tener luz verde para su ampliación, al hilo de que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha puesto reparos a la ampliación prevista por el Puerto de Algeciras.
También fue cuestionado por la aprobación de la ETS, a lo que el ex responsable de la APV respondió que quizás se deba a la falta de contundencia de las autoridades españolas y al hecho de que países que también han salido perjudicados, como los de Italia o Malta, no se sumaran a la negativa.